Ni el exceso ni la escasez son buenas en redes sociales pero si hay que decantarse por algo está claro que el no ser pesado siempre es mejor que el serlo. Y es que este es uno de los motivos por los que los usuarios acaban dejando de seguir al perfil de una página. Por ejemplo, si un perfil realiza en Facebook más de cinco publicaciones al día lo más normal es que al final acabe resultando repetitivo.
Algo similar ocurre en Twitter. Si bien es cierto que hay que tener en cuenta en todo momento que el exceso de publicaciones por hora también es peligroso. Y es que si acribillas en tan solo 60 minutos el timeline de tus seguidores es probable que te acaben penalizando.
Eso sí, por supuesto, el mantenimiento regular de las publicaciones sí ha de ser un factor a seguir por las firmas en las redes pero siempre como decimos en un punto intermedio y ofreciendo contenido, a poder ser, diferenciado y de valor para el usuario.
Es mucho mejor adaptar a cada plataforma el contenido que poner para un mismo tipo de red el mismo tipo de publicaciones, ya que de ese modo lo que se logra es no aportar un valor añadido y si un usuario ya te sigue en Twitter si va a leer lo mismo que en Facebook no te seguirá en las dos plataformas.
No obstante, lo cierto es que aún así los usuarios no suelen hacer unfollow a las marcas. Según un estudio realizado a cerca de 1.000 usuarios, en Facebook durante el último mes sólo el 25% de las personas dejaron de seguir a una firma en cuestión, mientras que en Twitter este tipo de casos cae hasta el 12%.
Asimismo, para conseguir que la interacción aumente y en lugar de perder seguidores lo que se pueda hacer es ganar, ya que apareceremos en los muros de los amigos de nuestros seguidores, se debe siempre aportar un contenido muy cuidado. Para ello se ha de seguir siempre y cuando sea posible la siguiente fórmula; texto copy o informativo, más link a la noticia, más foto o vídeo. Y es que está demostrado que la información que contiene este tipo de valor añadido se comparte más y se da más al me gusta que la que no la tiene.
Si se siguen estas recomendaciones lo cierto es que no se deberían perder seguidores pero también es positivo tener en cuenta otra serie de aspectos adicionales. Por ejemplo, si observamos que a cierta hora nuestros usuarios interactúan más con nosotros hay que aprovechar para dar en ese momento la información que para nosotros pueda ser más relevante. No hay que confundir esto con compartir en ese momento del día cuantas más cosas mejor porque puede ser contraproducente pero sí podemos reservar la información a la que le queremos dar más valor.
Entre cada publicación habrá que dejar un tiempo determinado. En Twitter será menor pero en Facebook es recomendable que no baje de una hora y media aproximadamente, aunque todo dependerá del tipo de negocio también que tengamos entre manos. Y es que está claro que no será lo mismo el perfil de Facebook de un medio de comunicación que cada cierto tiempo va lanzando información que el de un negocio en restauración o de moda, por poner un ejemplo.
Adaptar cada estrategia al tipo de negocio y no caer en el «cuanto más mejor» aunque ni siquiera se ofrezca contenido de calidad serán aspectos demoledores.
¿Por qué los usuarios dejan de seguir a una firma en las redes sociales?
Ni el exceso ni la escasez son buenas en redes sociales pero si hay que decantarse por algo está claro que el no ser pesado siempre es mejor que el serlo. Y es que este es uno de los motivos por los que los usuarios acaban dejando de seguir al perfil de una página. Por ejemplo, si un perfil realiza en Facebook más de cinco publicaciones al día lo más normal es que al final acabe resultando repetitivo.
Algo similar ocurre en Twitter. Si bien es cierto que hay que tener en cuenta en todo momento que el exceso de publicaciones por hora también es peligroso. Y es que si acribillas en tan solo 60 minutos el timeline de tus seguidores es probable que te acaben penalizando.
Eso sí, por supuesto, el mantenimiento regular de las publicaciones sí ha de ser un factor a seguir por las firmas en las redes pero siempre como decimos en un punto intermedio y ofreciendo contenido, a poder ser, diferenciado y de valor para el usuario.
Es mucho mejor adaptar a cada plataforma el contenido que poner para un mismo tipo de red el mismo tipo de publicaciones, ya que de ese modo lo que se logra es no aportar un valor añadido y si un usuario ya te sigue en Twitter si va a leer lo mismo que en Facebook no te seguirá en las dos plataformas.
No obstante, lo cierto es que aún así los usuarios no suelen hacer unfollow a las marcas. Según un estudio realizado a cerca de 1.000 usuarios, en Facebook durante el último mes sólo el 25% de las personas dejaron de seguir a una firma en cuestión, mientras que en Twitter este tipo de casos cae hasta el 12%.
Asimismo, para conseguir que la interacción aumente y en lugar de perder seguidores lo que se pueda hacer es ganar, ya que apareceremos en los muros de los amigos de nuestros seguidores, se debe siempre aportar un contenido muy cuidado. Para ello se ha de seguir siempre y cuando sea posible la siguiente fórmula; texto copy o informativo, más link a la noticia, más foto o vídeo. Y es que está demostrado que la información que contiene este tipo de valor añadido se comparte más y se da más al me gusta que la que no la tiene.
Si se siguen estas recomendaciones lo cierto es que no se deberían perder seguidores pero también es positivo tener en cuenta otra serie de aspectos adicionales. Por ejemplo, si observamos que a cierta hora nuestros usuarios interactúan más con nosotros hay que aprovechar para dar en ese momento la información que para nosotros pueda ser más relevante. No hay que confundir esto con compartir en ese momento del día cuantas más cosas mejor porque puede ser contraproducente pero sí podemos reservar la información a la que le queremos dar más valor.
Entre cada publicación habrá que dejar un tiempo determinado. En Twitter será menor pero en Facebook es recomendable que no baje de una hora y media aproximadamente, aunque todo dependerá del tipo de negocio también que tengamos entre manos. Y es que está claro que no será lo mismo el perfil de Facebook de un medio de comunicación que cada cierto tiempo va lanzando información que el de un negocio en restauración o de moda, por poner un ejemplo.
Adaptar cada estrategia al tipo de negocio y no caer en el «cuanto más mejor» aunque ni siquiera se ofrezca contenido de calidad serán aspectos demoledores.
Matías Acosta
Next Article¿Cómo usar cada red social en función de tu negocio?