El marketing de atracción es una herramienta que utilizan las empresas para enseñar a los clientes potenciales cómo puede usar los productos o servicios que venden, enseñándoles cuáles son los beneficios de dichos productos o servicios. Aquí no se piensa solo en vender, no es la prioridad, sino que lo primero que se busca es explicar cuáles son las funcionalidades del producto. Esto es usado para que al cliente no le asalten dudas sobre si ese producto cumplirá con sus necesidades, cuando compre el producto, sino que en el momento de la compra, ya sabrá que el producto le ofrece lo que necesita.
Sin embargo, la estrategia de marketing de atracción debe planificarse para que funcione de forma correcta, ya que en este tipo de marketing el cliente tiene que notar que está siendo informado sobre los productos, y no que sencillamente, intentar venderle el producto sin pensar si lo necesita. Entonces, para que este tipo de marketing funcione, hay que hacer lo contrario que se hace normalmente.
Para que tu estrategia de marketing de atracción funcione, deberás tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Hay que preocuparse por las preferencias y las necesidades de los clientes. Tendrás que dejar de preocuparte constantemente por vender a toda costa, y entender cuáles son las necesidades y las preferencias de los clientes potenciales.
- Hay que preocuparse de los aspectos que preocupan a los clientes. Si a los clientes les preocupa algún aspecto tendremos que conocerlo. De esta forma, se creará la imagen de marca, y la empresa transmitirá unos valores relacionados con lo que busca el público objetivo.
- Hay que preocuparse por lo que motiva al cliente. Intenta siempre transmitir mensajes positivos. Los clientes prefieren oír mensajes que se relacionen con un “si”, que los que se relacionan con un “no”. Los mensajes negativos no gustan.
- Hay que preocuparse por darle credibilidad a la empresa. No importa que hayas logrado conseguir mucha información acerca de tus clientes si ellos no confían en tu empresa. Si los clientes no confían en la empresa, pensarán que les están engañando, y terminarán acudiendo a la competencia.